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Reunión de funcionarios electos de Francia y Alemania culmina en compromiso a enfrentar a la oligarquía financiera y promover la Glass-Steagall
15 de agosto de 2013 — El sábado 10 de agosto de 2013, se reunieron en el pueblo de Arzviller, en el este de Francia, doce funcionarios electos de Francia y Alemania para lanzar lo que se va a convertir en un amplio movimiento de masas a favor de una legislación como la Glass-Steagall y un sistema de crédito. Los oradores principales en dicha reunión fueron Helga Zepp-LaRouche, y Jacques Cheminade. Luego de una intensa discusión sumamente orientada con una misión, los funcionarios firmaron laDeclaración de Arzviller (que se reproduce enseguida) y se comprometieron a hacer campaña activamente por ella.
Un día después de la reunión, Cheminade realizó un acto de Solidarite et Progres, la organización que encabeza en Francia, frente a la catedral de Estrasburgo, desde donde se grabó un video que se puede ver, en francés, en su portal http://www.solidariteetprogres.org/nos-actions-20/article/des-elus-municipaux-francais-et-allemands-s.html.
Cheminade destaca que los funcionarios electos reunidos en Arzviller, principalmente alcaldes de poblados de Francia y Alemania, están asumiendo la responsabilidad que los líderes formales de sus países han abandonado, y comenzarán con lanzar un movimiento a favor de la reforma financiera al estilo de la Glass-Steagall. Van a llevar la Declaración de Arzviller a otros funcionarios electos para construir un movimiento de masas y contemplan organizar reuniones en lo inmediato en el norte de Francia, en Borgoña, en el sur y en otras partes, para crear este movimiento de masas, para dejar en claro que no se trata de una cuestión partidista, sino que el asunto esencial es el futuro de la humanidad y de la república.
En París y en Berlín, los funcionarios del gobierno dicen, "los alcaldes no pueden entender asuntos tan complicados, solo les interesan las cuestiones locales". La Declaración de Arzviller muestra todo lo contrario. Los alcaldes entienden que los problemas que enfrentan a nivel local, como los recortes del presupuesto y los recortes en los servicios públicos y atención social, provienen de un sistema que en la cima, le da prioridad a la especulación financiera en vez de lo que necesita la economía. Han entendido que hay una relación directa entre lo que sucede en sus municipios y a nivel regional con lo que sucede nacional e internacionalmente. Y han asumido la tarea que los funcionarios del gobierno se han negado a asumir.
Y han decidido llevar el asunto al campo político porque piensan que es su responsabilidad de garantizar el bienestar general, hacia la sociedad y las generaciones futuras. La iniciativa podría parecer pequeña, dado que se trata de una docena de alcaldes franceses y alemanes, pero desde su perspectiva es grande. Estos alcaldes son concientes de que la situación en el mundo es extremadamente peligrosa, mucho más que un Francois Hollande o una Angela Merkel, que pretenden hacernos creer que la crisis ya pasó y cosas por el estilo.
Estos alcaldes son más trascendentes que sus gobiernos, con lo cual se puede decir parafraseando a Federico Sschiller, el poeta de la libertad, que cuando un gran momento de la historia se encuentra con líderes pequeños, entonces le corresponde a un pueblo devenir en grande.
Declaración de Arzviller de funcionarios electos franceses y alemanes
Firmada el 10 de agosto de 2013
Nosotros, los alcaldes y funcionarios electos franceses y alemanes reunidos aquí en Arzviller, Francia, el sábado 10 de agosto, en el espíritu del Tratado del Eliseo en su Quincuagésimo Aniversario, deploramos la falla de nuestros líderes en confrontar a la oligarquía financiera que fomenta la desintegración social, pisotea la soberanía nacional e impone al mundo una política conciente de despoblación.
Vivimos a diario las consecuencias de su falta en nuestras ciudades y villas. Los ingresos fiscales se han derrumbado y los servicios públicos vitales ya no se garantizan. El escándalo en torno a la manipulación internacional de la tasa LIBOR y los ruinosos y fraudulentos contratos de swaps que hicieron los bancos, que han golpeado con fuerza a muchas municipalidades en Alemania y en Francia, no son más que la punta del témpano. Necesitamos un cambio de dirección fundamental para proteger al pueblo y a su bienestar general.
Estamos particularmente escandalizados con las nuevas leyes bancarias en Europa, en Alemania y Francia, que permite la especulación desenfrenada, y al mismo tiempo imponen más medidas de austeridad criminal. No queremos que las causas que produjeron a los monstruos de los años de 1930, ¡produzcan los mismos monstruos hoy día! Estamos comprometidos a detener esta máquina infernal.
Creemos que el primer paso a seguir es separar la banca, a fin de impedir que los criminales financieros hagan más daños, porque saben que el Estado los protegerá. Esto se conoce como el principio de la Ley Glass-Steagall de Franklin D. Roosevelt, que también lo tuvimos en Europa después de 1945.
Al mismo tiempo, para poner en marcha nuestras economías, hacemos un llamado para realizar grandes proyectos de inversión de largo aliento, basados en el desarrollo del hombre y de la naturaleza desde el Atlántico hasta el Mar de China, con el entendimiento del desarrollo mutuo entre las naciones soberanas. La emisión de crédito por parte de los bancos nacionales nos permitirá gobernar nuestro futuro.
Estamos convencidos de que si no retornamos a esas iniciativas públicas, tanto nacional como regionalmente, nos condenaremos a seguir sujetos al orden de la oligarquía financiera de la City de Londres y Wall Street y sus colaboradores en nuestros países. Para recuperar nuestra verdadera identidad como patriotas franceses y alemanes y como ciudadanos del mundo, nos proponemos elevar la voz de la justicia y la dignidad, y exigir un retorno a lo que inspiró lo mejor de nuestra historia.
Esto significa claramente la salida del sistema del euro, que prohíbe el financiamiento de grandes proyectos con crédito público y subyuga a los Estados a someterse a los grandes bancos. Queremos un mundo libre de la City y de Wall Street, para que las generaciones futuras puedan vivir, descubrir, crear y poner en práctica el desarrollo mutuo. ¡Queremos una verdadera Europa de los pueblos!
Esto no es un compromiso basado en las creencias partidistas, en el consenso o la componenda; el compromiso que hacemos es con el futuro de nuestros hijos y nuestros nietos, y más allá de eso, con toda la humanidad.
Apoyamos firmemente a quienes en Estados Unidos luchan hoy por la misma causa y esperamos que su éxito vaya a reforzar nuestro valor. Tenemos la intención de hacer pública nuestra iniciativa como sea posible, sin dar a nuestros dirigentes ningún respiro.
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