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CRISIS EN EUROPA
Ucrania dijo que sufrió una invasión de Rusia con dos mil militares
El nuevo líder de Kiev pidió a Putin que “cese su agresión”. Moscú controla aeropuertos de Crimea y refugió al ex mandatario, que dice haber sido víctima de un golpe.
ansa/dpa/ap desde Kiev
El presidente interino de Ucrania, Olexander Turchinov, pidió ayer al presidente de Rusia, Vladimir Putin, que “cese inmediatamente su agresión” contra Crimea y que “retire inmediatamente sus militares” de esa región.
“Me dirijo personalmente al presidente Putin para pedirle que cese inmediatamente su agresión no disimulada” contra Crimea, y “retire sus militares” de esa región, declaró Turchinov. El presidente ucraniano denunció una provocación de Moscú. “Provocan el conflicto y luego anexan el territorio”, dijo. “Rusia envío tropas a Crimea y no sólo se apoderó del parlamento y del gobierno de Crimea, pero busca también tomar el control de los medios de comunicación (...). Deben cesar inmediatamente esta provocación, retirar a los militares en Crimea y trabajar exclusivamente en el marco de los acuerdos firmados”, subrayó el presidente interino.
El ministerio ucraniano de Relaciones Exteriores denunció antes la violación del espacio aéreo ucraniano por parte de Rusia. “Asistimos hoy a una invasión armada rusa (...). El espacio aéreo (en Crimea) está cerrado debido al gran número de aterrizajes de aviones y helicópteros rusos”, declaró el representante del presidente ucraniano en Crimea, Sergui Kunitsyne, en la televisión ART. Estimó que cerca de dos mil militares rusos fueron aerotransportados al aeropuerto militar de Gvardeïskoïe, cerca de Simferopol, capital de Crimea.
En tanto, Estados Unidos afirmó ayer que, al abandonar su país, el ex presidente ucraniano Viktor Yanucovich perdió toda legitimidad para ejercer el poder. “Creemos que Yanucovich perdió legitimidad al abdicar de sus responsabilidades. Abandonó Ucrania”, dijo el vocero del Departamento de Estado, Jen Psaki, a periodistas.
El presidente depuesto, acusado por el nuevo gobierno de “crímenes masivos” tras la muerte de 82 personas la semana pasada en Kiev, reapareció en Rusia el jueves.
Moscú le brindó “protección” de los “extremistas” y no reconoció a las nuevas autoridades de Kiev, instaladas tras la destitución de Yanucovich el 22 de febrero. El ex presidente declaró haberse visto obligado a abandonar Ucrania tras haber recibido amenazas de muerte y dijo que quienes tomaron el poder en su país son “jóvenes nacionalistas y profascistas”. Los hechos y las víctimas de las últimas semanas son “resultado de la política irresponsable de Occidente, que mostró demasiada indulgencia frente a Maidan”, la plaza de la Independencia de Kiev y base de las protestas, afirmó. Ucrania reclamó en la mañana de ayer a Rusia la extradición del ex presidente.
El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, dijo por su lado, tras un contacto telefónico con su par ruso Serguei Lavrov, que Moscú estaba dispuesto a ayudar a Ucrania, que intenta evitar un desplome de su economía. Kerry dijo a la prensa que Lavrov le manifestó, durante una llamada telefónica que “están preparados para comprometerse e involucrarse” en ayudar a Ucrania a lidiar “con la transición económica”.
El jefe de la diplomacia estadounidense dijo que durante la conversación con Lavrov puso énfasis en la urgente necesidad de centrarse en la economía de Ucrania, mientras el Fondo Monetario Internacional (FMI) se prepara para enviar una misión para analizar la situación financiera del país. El presidente estadounidense Barack Obama dijo estar profundamente preocupado por informes sobre actividades de militares rusos en Ucrania y advirtió que cualquier violación de la soberanía de ese país tendría “costos” para los infractores.
El lunes, los nuevos líderes ucranianos, que tomaron el poder después de la destitución del presidente Viktor Yanoukovich, evaluaron las necesidades financieras del gobierno en 35 mil de dólares para evitar el incumplimiento de su deuda. La tensión entre Occidente y Rusia volvió a crecer en el territorio de Ucrania, un escenari que parece regresar a la vieja guerra fría con otra cara.
Reunión de urgencia en la ONU
dpa/ap desde Moscú
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas inició ayer una reunión a puertas cerradas para examinar la situación en Ucrania. La reunión fue convocada por Lituania, que ejerce la presidencia pro témpore del organismo en febrero, a pedido de Kiev.
Según fuentes diplomáticas, los embajadores de los 15 países miembro debían escuchar informes ofrecidos por el embajador de Ucrania ante la ONU Iuri Sergueyev y de un representante de la secretaría general de Naciones Unidas.
Según fuentes diplomáticas, los embajadores de los 15 países miembro debían escuchar informes ofrecidos por el embajador de Ucrania ante la ONU Iuri Sergueyev y de un representante de la secretaría general de Naciones Unidas.
Al ingresar al encuentro, el embajador británico ante la ONU, Mark Lyall Grant, dijo que “todos los países miembro son respetuosos de la integridad territorial y de la soberanía de Ucrania. Es una ocasión importante para expresar nuestra preocupación ante la situación en Crimea y pedir a todas las partes que disminuyan la tensión”
El presidente ruso Vladimir Putin pidió ayaer un rápido retorno a la normalidad en Ucrania y advirtió contra una escalada del conflicto, en una serie de llamadas telefónicas a los líderes de la Unión Europea. Putin pareció enviar una clara señal a Occidente y a la ONU.
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