En un veredicto escrito por el idiota juez aristotélico Antonin Scalia, el 16 de junio la Corte Suprema de los Estados Unidos se alineó con los fondos buitres más sanguinarios, NML Capital y Aurelius Capital Management, en sus esfuerzos por utilizar a los tribunales estadounidenses para obtener información de todos los movimientos financieros de Argentina a nivel mundial, con el fin de apoderarse de esos activos del país en pago de los bonos en moratoria. Al mismo tiempo, la Corte Suprema confirmó la decisión de un tribunal inferior dirigido por el juez federal Thomas Griesa, que ordena a Argentina a pagar de inmediato $1,500 millones de dólares a NML Capital y a otros "holdouts" —como llaman a los acreedores que rechazaron la reestructuración soberana de la deuda Argentina de 2005— y que los activos de Argentina en cualquier parte del mundo se podrían incautar para ejecutar ese pago, y que también puede incautar los $ 900 millones que debe pagar el 30 de junio a sus otros acreedores que renegociaron de buena fe.
Argentina ha advertido repetidas veces que tal fallo podría conducir a un cese total del pago de su deuda. De hecho, el fallo amenaza derrumbar todo el sistema financiero transatlántico en una orgía de saqueo depredador de las naciones, sus poblaciones y recursos, precisamente la mortal política de "rescate interno" proclamada a todo volumen por el imperio británico como su "solución final" a la bancarrota que está hundiendo a su sistema.
Lyndon LaRouche destacó esta cuestión en sus comentarios iniciales en la discusión semanal del Comité Político de LaRouche PAC del 23 de junio. "La política de rescate externo/rescate interno está en pleno vigor ahora y este ataque sobre Argentina la pone en marcha". Wall Street está a punto de quebrar, dijo LaRouche, y la situación está a punto de "explotar o de hacer implosión inmediatamente. Así que se nos dirigimos hacia una guerra mundial". En esta batalla de vida o muerte, declaró LaRouche, Argentina "no puede capitular, eso no es posible. Uruguay se les ha unido; lo van a bloquear. Probablemente tendremos eso en toda Sudamérica, que más o menos la totalidad lo van a bloquear. Esto va a ser un bloqueo internacional".
"Porque Argentina no se puede someter: se extinguiría", subrayó LaRouche. "La mayoría de América del Sur se da cuenta de eso. Tienen que respaldar a Argentina. No en aras de Argentina, sino en aras de todo el continente… ¡Rusia no va a capitular. Eurasia no va a capitular! Así que, en cierto sentido, nos dirigimos hacia una guerra termonuclear muy temprano, ¡globalmente!"
"La única solución es sacar a Obama del gobierno, ahora; dejen que Wall Street se vaya a la bancarrota, en la que en principio realmente ya está. Y podemos proceder, de inmediato, en Estados Unidos, a poner en marcha un nuevo programa, un nuevo conjunto de relaciones, y todo el desbarajuste quedará bajo control".
La soberanía en riesgo
Dos medidas adicionales de la corte tomadas en las últimas 72 horas, por encima de la atrocidad de la Corte Suprema del 16 de junio, dejan claro lo que realmente está en juego.
* El 17 de junio, el ministro de Economía Axel Kicillof había anunciado que el gobierno argentino estaba considerando una permuta de bonos con los actuales tenedores de bonos, para poder pagarles en idénticos términos, solo que en Argentina y bajo la jurisdicción argentina, y no en Nueva York, evitando así el peligro del embargo de activos. Kicillof explicó que el gobierno había "estudiado en profundidad" esta opción desde agosto de 2013, y añadió que, "si una sentencia nos pide que nos suicidemos, no nos vamos a suicidar".
El juez Griesa rápidamente emitió una orden de la corte el 20 de junio, declarando que "se le prohíbe a la República de Argentina llevar a cabo la propuesta del ministro de Economía". Esa resolución de Griesa es un intento de barrer la misma existencia de la "deuda soberana" como categoría, eliminando de hecho el Estado nacional soberano como tal y reemplazándolo con la jurisdicción supranacional sobre todos los flujos financieros. Esto implicaría el fin completo del sistema de Westfalia de Estados nacionales soberanos, un objetivo político de toda la vida del imperio británico que está detrás tanto de Griesa como de la Corte Suprema de los Estados Unidos.
* También el 17 de junio, representantes del fondo NML Capital, que pertenece al multimilmillonario del Partido Republicano Paul Singer, acudieron a la Corte de Apelaciones del Distrito 9 de California para demandar que los socios comerciales internacionales de la compañía petrolera YPF de Argentina –que incluyen a Chevron Corp., Exxon Mobil, Down Chemical y Apache Corp.– informen sobre dónde pueden estar los activos de YPF.
El jefe del gabinete argentino, Jorge Capitanich, respondió el 22 de junio que, detrás de las batallas legales y los fondos buitres, hay "intereses ocultos que tienen que ver con la perspectiva de apropiarse de activos reales y financieros de la República Argentina". Dos días antes, un indignado Presidente José Mujica del vecino Uruguay había dicho ante un público reunido en la Universidad Nacional de La Plata, Argentina, que los fondos buitres están detrás del petróleo de Argentina, en particular de los depósitos de esquisto bituminoso y gas de Vaca Muerta, en la región de la Patagonia, una de las mayores reservas en el mundo, para cuya explotación la compañía petrolera YPF de Argentina ha firmado una asociación de $1,250 millones de dólares con Chevron Corp. "Lo que van a querer negociar es comerle el petróleo a la Argentina por nada", dijo Mujica, "y van a terminar planteando que paguen la deuda con esos recursos naturales".
Argentina y el BRICS
Uno de los problemas del imperio británico para imponer ese mentado rescate interno al estilo Un mundo feliz, de incautación de activos y pillaje, es que el gobierno argentino de Cristina Fernández de Kirchner no tiene la intención de dar marcha atrás y hacerse el muerto. Es más, ella ha dado señales de que está consciente de lo que está en juego estratégicamente y de que Argentina tiene otras opciones a la mano, como las alianzas con Rusia y China, naciones en auge de la región Asia-Pacífico, y con el grupo de naciones del BRICS, agrupación más amplia que también incluye a India, Sudáfrica y Brasil. De hecho, el Presidente ruso Vladimir Putin, que no es ajeno a las amenazas de guerra financiera contra su país, ha invitado a la Presidenta Fernández a asistir a la próxima reunión del BRICS en Fortaleza, Brasil, el 15 de julio, donde él también tendrá una reunión bilateral con la Jefa de Estado argentina. ¿Incluirá su agenda sentar las bases para que Argentina llegue a ser la primera nación del quebrado sector transatlántico en abandonar ese Titanic que se está hundiendo?
Argentina está en buena posición para jugar ese rol, ya que se ha enfocado muy particularmente, entre las naciones de Sudamérica, en el rol de la ciencia y la tecnología avanzada para fomentar el desarrollo económico, en especial en los campos de la energía nuclear, la exploración del espacio, etc., que encaja de manera perfecta con las políticas estratégicas que ahora están emergiendo en la región Asia-Pacífico. El gobierno de Fernández ha destacado en repetidas ocasiones que el éxito de la reestructuración de la deuda del país en 2005 se basó en su rechazo a las condiciones de austeridad del Fondo Monetario Internacional (FMI) y en la adopción de sus propias políticas de crecimiento.
Como la Presidencia argentina expresó en un anuncio de página entera publicado en las ediciones del domingo 22 de junio del New York Times y delWashington Post: "El principio fundamental de todas las negociaciones mantenidas con los acreedores fue siempre el mismo: para poder pagar, Argentina debe primero crecer, para generar los recursos que le permitirán honrar sus compromisos".
En la próxima reunión del BRICS, la presidenta Fernández discutirá estos temas no solo con el Presidente ruso Putin. El Presidente chino Xi Jinping también aprovechará esta reunión para realizar una visita de Estado a Brasil, a la que le seguirán visitas de estado a Argentina, Venezuela y Nicaragua.
Si el imperio británico, sus instrumentos en el sistema judicial de Estados Unidos y los fondos buitres van demasiado lejos, lo que quizás ya han hecho, ciertamente pueden generar su peor pesadilla.
Fernández define el tema
El mismo día que la Corte Suprema de Estados Unidos anunció su fallo, la Presidenta Fernández dio un discurso televisado nacionalmente, en el que declaró:
"El fallo no me sorprendió, yo esperaba este fallo… porque este no es un problema económico, no es un problema financiero, no es un problema jurídico ni legal". La Corte Suprema de Estados Unidos "ha convalidado una forma de dominación mundial financiera de derivados para arrodillar a los pueblos", explicó. Si este modelo económico global continúa actuando sin obstáculos, "producirá tragedias inimaginables", ya que se alimenta de "la sangre, el hambre y la exclusión de millones de jóvenes a lo largo y a lo ancho del mundo que carecen de trabajo y educación".
En un discurso que dio un día antes en la sesión de clausura de la cumbre del G77 en Bolivia, justo antes del fallo de la Corte Suprema, Fernández había explicado cuál es el verdadero problema con los fondos buitres:
"En esta suerte de anarco-capitalismo, de manejo de un pequeño grupo de financistas sobre el resto de la humanidad, un grupo al que se denomina 'fondos buitres' adquirió a precios irrisorios títulos de la deuda —si el valor era 100, pagaron 5 pesos o menos tal vez— financistas que ni siquiera tributan en Estados Unidos porque tienen sus domicilios fiscales en paraísos fiscales, y que apenas representan, del porcentaje total de la deuda argentina, un 1 o 2 por ciento". Fernández agregó que estos fondos amenazan con cortar el acceso de Argentina a los mercados de capital, pero "para nosotros, acceder al mercado de capitales con tasas del 14 o del 15 por ciento, es francamente usurario y prohibitivo".
"Sin embargo, este pequeño grupo de fondos buitres pone en peligro, no solo a la Argentina, porque si fuera solo Argentina tal vez en este mundo poco importaría, un país allá perdido en el fondo del continente de América del Sur no debería importarles demasiado. Pero en realidad lo que se está poniendo en juego, es el sistema financiero internacional, y el sistema económico internacional, más que el sistema financiero… [Esto es] capitalismo financiero y la aparición de lo que se denominó los derivados financieros, se comenzó a generar o por lo menos a hacer creerle al mundo que se generaba dinero sin que este pasara por el circuito de la producción de bienes o servicios, algo que es imposible y genera obviamente ganancias siderales, pero también existencia de dinero ficticio".
¿Rescate interno contra las cuerdas?
El gobierno de Argentina ha explicado con toda claridad las implicaciones específicas de los fallos de Griesa y de la Corte Suprema, en el anuncio de página entera del 22 de junio: "Un 7.6% de los bonistas no aceptó la reestructuración. Los fondos buitres que consiguieron la sentencia a su favor no son prestamistas originales de Argentina. Compraron bonos en default a precio vil después del canje, con el solo objetivo de litigar contra el país y conseguir una ganancia fabulosa. El fondo NML de Paul Singer, por ejemplo, pagó en 2008 solo 48,7 millones de dólares por bonos en default. Hoy la sentencia del juez Griesa le reconoce un monto de 832 millones de dólares, es decir, una ganancia de 1608% en tan solo 6 años.
"Argentina apeló los fallos del juez de primera instancia de Nueva York Thomas Griesa, que obligan a pagar 1.500 millones de dólares el 30 de junio de 2014, fecha del próximo vencimiento de la deuda reestructurada. Sin embargo, se calcula que el total de bonos en situación de default que no entraron a los canjes asciende a 15.000 millones, lo que equivale a más del 50% de las reservas del país. . El fallo de Griesa empujaría al país a un nuevo default. Porque si Argentina paga los 1.500 millones, deberá pagar en un futuro inmediato 15.000. Para peor, por las leyes de Argentina y las cláusulas de los títulos reestructurados (RUFO), si se les pagara a los buitres, todos los demás bonistas reclamarían el mismo tratamiento, con un costo estimado en más de 120.000 millones de dólares. Si, en cambio, no paga a los fondos buitres, la sentencia de Griesa le prohíbe a Argentina pagar al 92,4% de los bonistas que aceptaron la reestructuración, ya que el juez libró órdenes al Banco de Nueva York y a las agencias de compensación para que no paguen.
"En síntesis: pagarle a los buitres empuja al default, y si no se les paga, la orden de Griesa implica poner en riesgo el derecho de los bonistas a cobrar su deuda reestructurada en el 2005 y el 2010".
Pero hay consecuencias de mayor alcance en las sentencias de Griesa y de la Corte Suprema. Por ejemplo, el FMI está sumamente preocupado porque esto sentará un precedente para todas las futuras renegociaciones de bonos, que de hecho imposibilitará las operaciones de rescate interno que el imperio británico tiene planeadas. El rescate interno, o Mecanismo de Resolución Único, conlleva la reorganización drástica de instituciones financieras insolventes mediante la incautación por la fuerza de los activos de los "acreedores no asegurados", incluyendo los depositantes y algunas categorías de tenedores de bonos. Los últimos serían forzados a aceptar importantes reducciones en el valor de sus activos (quitas) y/o la conversión de bonos en acciones sin valor del banco quebrado. Si una pequeña minoría de esos tenedores de bonos puede presentar una demanda y mantener el valor nominal de sus bonos, un precedente que acaba de apoyar la Corte Suprema de Estados Unidos, entonces todas esas renegociaciones se verán frustradas.
En una declaración publicada el 16 de junio, justo después de la decisión de la Corte Suprema, el FMI manifestó: "El Fondo está sopesando con mucho cuidado esta decisión", porque podría socavar la reestructuración de la deuda soberana en todo el mundo. El FMI dijo que está "reevaluando" cómo maneja la crisis de la deuda internacionalmente. Y luego otra vez el 20 de junio publicó una declaración de protesta porque la decisión de la Corte Suprema "dará a los acreedores no colaboradores mayor ventaja y complicará más el proceso de reestructuración de la deuda" y por eso el FMI está estudiando "una forma más sólida de perspectiva de acción colectiva que las existentes en la actualidad".
A movilizarse para defender a Argentina
Argentina enfrenta ciertamente una crisis existencial. En su discurso del 16 de junio, la Presidenta Fernández declaró que la implementación de las decisiones de la Corte de los Estados Unidos significaría que el éxito de Argentina en la reestructuración de la deuda en 2005 "cayera como un castillo de naipes y con el, obviamente, la República Argentina". Ningún Presidente de una nación soberana, advirtió "puede someter a su país y a su pueblo a una extorsión semejante".
Argentina ha encontrado rápidamente apoyo entre sus naciones hermanas de América del Sur. El Presidente uruguayo Mujica ha sido el más explícito:
"Desde los países de la región tenemos que inventar algo para darle una mano a la Argentina para que tenga un paragolpe y que el enfrentamiento sea global con América y no solo con la Argentina". Señalando el fallo original del juez Griesa que favorece a los fondos buitres, advirtió que "¡hoy van por ti y mañana por mí!"
Argentina ya ha recibido declaraciones de solidaridad del Mercado Común del Sur (Mercosur), de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), otros organismos regionales e incluso el más amplio G77 + China, que se pronunció el 14 de junio desde Santa Cruz, Bolivia: "Reiteramos la importancia de no permitir que los fondos buitres paralicen las actividades de reestructuración de la deuda de países en desarrollo ni priven a los Estados de su derecho a proteger a sus pueblos conforme al derecho internacional".
Otra fuerza estratégica decisiva que el imperio británico tiene que considerar es el Papa Francisco, quien no solo es argentino y un interlocutor habitual de la Presidenta Fernández, sino que también ha alzado su voz con fuerza para rechazar al actual sistema financiero global en términos no distintos a los empleados por la Presidenta Fernández. En una entrevista ofrecida a mediados de junio al periódico español La Vanguardia, el Papa Francisco declaró: "75 millones de jóvenes europeos menores de 25 años están en paro. Es una barbaridad. Pero descartamos toda una generación para mantener un sistema económico que ya no se aguanta, un sistema que para sobrevivir debe hacer la guerra, como hecho siempre los grandes imperios".
En el mismo Reino Unido, un grupo de 106 parlamentarios británicos, organizados por la Red Jubileo ligada al Vaticano, publicó una declaración a principios de junio, advirtiendo que los fondos buitres trataban de empujar a Argentina al incumplimiento de pagos, y hacían un llamado al gobierno británico a proponer un proyecto de ley que "evitaría que los fondos buitres pasen por alto la reestructuración de la deuda argentina y griega".
La referencia a Grecia es contundente. Entre sus principales acreedores, por quienes el país y su población están siendo descuartizados mediante las políticas de austeridad impuestas salvajemente por la troika, están los mismos fondos buitres involucrados en el ataque a Argentina. Entre ellos están Elliott Associates de Singer y el infame Dart Management, cuyo dueño, Kenneth Dart, renunció a su ciudadanía estadounidense con el fin de establecer su residencia en el territorio británico extraterritorial de las Islas Caimán, para dirigir con más facilidad sus actividades depredadoras.
De hecho, toda Europa está madura para salir huyendo del quebrado sistema financiero transatlántico.
Las condiciones al estilo de Auschwitz que ha creado la sumisión a la Unión Europea y a la troika, han conducido al terremoto político que se expresó en las recientes elecciones al Parlamento Europeo, en las que los partidos contra el euro obtuvieron logros dramáticos contra los agentes del imperio británico, tales como el Partido Socialista Francés de Francois Hollande. Muchas de esas fuerzas recientemente victoriosas recordarán que en junio de 2012, EIR publicó un estudio encargado por Helga Zepp-LaRouche, fundadora del Instituto Schiller, titulado "¡Hay vida después del euro! Programa para un milagro económico en el sur de Europa, la región mediterránea y África", que contenía un capítulo llamado "Qué puede aprender Europa de Argentina".
Dos años más tarde, esa publicación ahora está de nuevo sobre la mesa con renovada urgencia.
Pero lo que deben tomar en cuenta Europa, las naciones del BRICS y otros, es que la solidaridad bien intencionada no bastará para derrotar a un enemigo tan malvado y afianzado como el imperio británico. En respuesta a una pregunta que le enviaron sobre si "las naciones de América del Sur tienen la capacidad para formar una unión, que tal vez podría trabajar en alianza con el BRICS, para empezar el desarrollo", LaRouche respondió: "Sí, pero solo bajo nuevas condiciones apropiadas entre esos Estados nacionales respectivamente soberanos… No puede haber ninguna intrusión imperialista ajena entre los miembros. En otras palabras, los socios individuales no deben estar sujetos a una tiranía monetarista de relaciones económicas entre esas naciones que pretenden ser soberanas, tales como la tiranía imperial británica prácticamente globalista que actualmente domina el planeta en su conjunto, o casi".
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